En el V Encuentro Mundial por la salud de las Mujeres realizado en San José de Costa Rica en 1987, las organizaciones del movimiento social determinamos esta fecha como Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres.
El 28 de Mayo es un día de reivindicación feminista que denuncia la morbilidad y mortalidad de mujeres y personas con capacidad de gestar, vinculadas a condiciones evitables de riesgo durante el embarazo, parto, puerperio y aborto, que demuestran los niveles de injusticia social, económica y de género.
Desde entonces a lo largo y ancho del mundo nos organizamos para exigir el acceso universal a los servicios de salud y educación con una concepción integral, de equidad de género y generaciones. Bregamos por una atención de calidad, respetuosa y garante del ejercicio pleno de los Derechos Humanos que contenga respuestas que reconozcan los Derechos Sexuales y Reproductivos como dimensión de intrínseca de éstos. Denunciamos los actos de discriminación sobre amplios sectores de la población, demandando normativas y políticas que atiendan las necesidades de las personas superando las brechas de desigualdad por razones de clase, edad, etnia, orientación sexual, identidad de género, condiciones de vida y lugar de residencia.
En este particular 28 de mayo, en medio de una pandemia por Coronavirus y en un contexto político adverso, desde MYSU y Gozarte entendemos fundamental movilizarnos por nuestros derechos. Hoy realizaremos una manifestación artística en defensa de la autonomía irrestricta sobre nuestros cuerpos y nuestra vidas en la que dejemos en claro ante el sistema político que estamos en lucha y resistencia. Recrearemos la imagen del "Cuento de la Criada" para movilizarnos frente al Palacio Legislativo.
Si la pregunta es: ¿por qué las criadas de Atwood en Uruguay? la respuesta es simple: porque el feminismo es internacionalista.
En 1985 Margaret Atwood, escritora canadiense, publicó una novela escrita llamada “Cuento de la Criada” y se popularizó en todo el mundo en 2017 luego de que la adapten a una la serie de TV. La historia se desarrolla en un futuro distópico, no muy lejano en el tiempo, donde la tasa mundial de natalidad se desploma como resultado de las infecciones de transmisión sexual y de la contaminación ambiental. En ese contexto surge una fuerza teocrática, totalitaria y religiosa liderada por comandantes varones que crean un nuevo orden social y fundan la «República de Gilead».
En esa realidad distópica de la ficción de Atwood todos los mecanismos de dominación patriarcal hacia las mujeres, disidencias de género y diversidades sexuales, se restauran arrasando rápidamente los derechos conquistados en la lucha emancipatoria de los feminismos. Las mujeres vuelven a convertirse en objetos de explotación y control reproductivo al servicio de los intereses mezquinos y ambiciosos de hombres poderosos.
La protagonista reflexiona y se lamenta de no haber escuchado los avisos del movimiento feminista: “Estaba dormida antes. Así es como todo ocurrió. Cuando masacraron el Congreso, no despertamos. Cuando culparon a los terroristas y suspendieron la constitución, tampoco despertamos”.
Nosotras no estamos dormidas, estamos en alerta, no ahora ni desde el 4 de mayo luego de los dichos del Presidente Lacalle Pou de que este es un gobierno provida que desestimulará los abortos y defenderá los derechos del no nacido[1]. El movimiento feminista denuncia hace décadas que los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos no son moneda de cambio y que no toleramos que nuestros derechos se negocien entre hombres que ocupan los lugares de poder.
Desde MYSU el 7 de Noviembre de 2019 declaramos que las mujeres y disidencias estamos en alerta. Dijimos claro: “(...)Apelan a la tradición para reimponer los valores de un “orden natural” ineludible en el que los varones son varones y las mujeres, mujeres. Nada de diversidades ni de cuestionamientos a los mandatos rígidamente establecidos. Combate abierto y sanciones para quienes no lo acaten y negación de todas las violaciones, sufrimientos y abusos que dichas tradiciones han estructurado en la sociedad sexista y patriarcal en la que vivimos.
La familia que defienden es la del “sagrado hogar” al que creen que las mujeres DEBEMOS volver para atender a maridos, hijos, ancianos y enfermos. El hogar del que nunca debimos haber salido aunque nos maltraten, abusen, violenten, violen, castiguen y maten cuando les desobedecemos. NOS DESACATAMOS y vienen para ponernos en el lugar que nos corresponde. “Hoy hay mucha libertad” nos dicen e imponen que familia hay una sola y a quien no le guste, obedece o se atiene a las consecuencias.” [2]
El gobierno entrante no se encuentra con un movimiento feminista dormido al cual puede ignorar. Estamos presentes, nos acordamos de las cientas de miles marchando el 8 de Marzo y aunque nos encontremos en medio de una pandemia nos movilizamos igual, con los cuidados necesarios para evitar tanto repercusiones sanitarias como mediáticas, ya que tenemos claro para quiénes juegan los medios hegemónicos de comunicación y no permitiremos que desvíen por ningún lado la movilización de decenas de mujeres utilizando el arte como herramienta de lucha.
Nuestras demandas son concretas, contundentes y se alinean con demandas de las compañeras y compañeres feministas de la región. Les comparto una parte de la Declaración por el 28M de la Campaña 28 de Septiembre por la despenalización y legalización del aborto en América Latina y el Caribe:
“El contexto actual de emergencia sanitaria global a causa del COVID-19 pone en evidencia los serios desafíos que enfrentan los sistemas de salud de nuestra región, el cual es uno de los más desiguales del mundo, en razón de clase, de etnia, de género, edad y con los índices de violencia más altos. Estos desafíos no son nuevos sino que desenmascaran condiciones preexistentes de pobreza, injusticias y opresiones agudizadas por la pandemia, demostrando que el modelo capitalista neoliberal patriarcal vigente ya es insostenible para preservar la vida de la población. (...) Las mujeres de la región asumen una nueva carga a las ya extenuantes jornadas que les impone la injusta distribución de las tareas del hogar. La crisis de los sistemas de salud está obligando a rechazar o, a no ingresar a los servicios de salud a personas enfermas por COVID-19, las que deben ser atendidas en su hogares, generalmente por mujeres, que no cuentan con medidas de protección ni información suficiente.”
En Uruguay nos movilizaremos y le entregaremos un documento con nuestras demandas al parlamento, entendiendo que su responsabilidad es garantizar la calidad democrática en la República y ejercer su rol de contralor. Este documento será ampliamente difundido y compartido en este medio luego de la intervención.
Se escuchará fuerte y claro: CUERPOS LIBRES, ESTADOS LAICOS, DEMOCRACIAS PLENAS.
[1]https://www.youtube.com/watch?v=pkjiUphsL9w&feature=youtu.be&fbclid=IwAR1gsZos3XuV5vyA8IGnlNujtgWT4ud7Z9Lh32yCZ30wEyy52u-SJZ8V7XE
[2]http://www.mysu.org.uy/multimedia/noticia/ante-las-alarmantes-declaraciones-de-representantes-electos-de-cabildo-abierto/