Escribe: Luis Pereira Severo
Ese perro que aúlla / a las sombras
ese agujero en la suela / del zapato derecho
(de “Fantasmas en la máquina”)
La biografía puede comenzar en Villa Muñoz. Puede ser que comience con abuelos nacidos en Pernambuco, con un padre peluquero y guitarrista tocando con payadores en el Palacio Salvo. Puede que siga con las hazañas de Alberto Spencer ante el Sporting Cristal con la camiseta aurinegra.
Era el primer aniversario de Maracaná, el día de gloria 16 de julio de 1951, y llegaba al mundo no exactamente con una pelota bajo el brazo Atilio Duncan Pérez da Cunha.
Muchos años después, en los pasillos de la vieja Facultad de Humanidades de la calle Lindolfo Cuestas, Raúl Feldman bautizaría – bautismo rojo – a Atilio Duncan como Macunaíma, Macu.
Poeta, de la generación de la resistencia – como le gustaba recordar -, autor de cinco libros de poesía, reconocido creador publicitario, periodista radial. En este último oficio se había iniciado en 1970, de la mano del mismo Feldman, en una audición juvenil en la vieja Radio Vanguardia. Luego siguen “La Morsa”, “Estos son los nuestros” y “Eco contemporáneo” (este último por Radio Centenario, en tiempos de borrascas dictatoriales). Y un largo periplo que abarca la 30, la 44, hasta llegar a “Otro rollo”, el programa que conducía hasta ahora en las radios públicas.
Además de la radio y la publicidad, un recordado pasaje por televisión, como partenaire de Mauricio Rosencof en “Que nunca falte”, por Tv Ciudad, y un papel en “El Chevrolé” (1998), una de las primeras películas del renacimiento del cine uruguayo.
Después de estudiar Historia en Humanidades pasó al IPA: profesor que nunca ejerció, porque la dictadura llegó para enmudecerlo casi todo. Con su currículum de militante comunista a cuesta, en tiempos de pensamientos rigurosamente vigilados, la necesidad de parar la olla lo llevó a la planta procesadora de pescado de ILPE, en la rambla portuaria.
Fue después de eso que llegó a la publicidad, y allí supo abrirse un camino al reconocimiento de sus pares, al desarrollo profesional.
El trayecto militante abarca toda su vida: entre tantos que lo recordaron estos días está Gastón González, del colectivo No a la baja, que recuerda en twitter que fue el Macu quien creó el colibrí de la campaña.
“Soy un poeta menor, un cronista de la música popular uruguaya”, dijo de sí mismo Macunaíma. Y no era en su caso la falsa modestia, la impostación de quién en realidad pierde el sueño por el Olimpo literario.
La banda sonora del poeta incluye a Tom Jobim, Dorival Caymmi, João Gilberto, la tropicalia, y una nutrida lista de gaúchos: desde la ramilonga de Vítor Ramil hasta su parcero de siempre Raul Ellwanger, con escalas en Bebeto Alves y Marcelo Delacroix.
Llega a la poesía desde tempranas lecturas de Vallejo, y desembarca luego en Ernesto Cardenal, más Lawrence Ferlinghetti, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Gregory Corso, los beatnik norteamericanos.
Los poetas beatnik fueron “una influencia central, como también Ernesto Cardenal. Después naturalmente Washington Benavides y, de manera más cercana, mi hermano Elder Silva. Todos ellos me ayudaron o contribuyeron a la formación de un lenguaje que yo considero propio”, le decía al poeta Íbero Laventure.
MACU POLIFÓNICO
Parte de una generación que creció oyendo a Dylan y a los Beatles, a Caetano y a Viglietti, todo en el mismo combo y sin fronteras artificiales.
Como comunicador radial fue permanente su preocupación por la diversificación de la oferta radial: “Vivimos en una cultura del plato único donde el plato único es absolutamente miserable; si el plato siempre es el mismo uno termina creyendo que las moscas tienen razón”, le decía en una entrevista al periodista Daniel Feldman. Fue un militante de la integración regional, preocupado por la distancia inexplicable entre la cultura brasileña y la del Río de la Plata. Su menú de lecturas incluía a Carlos Drummond de Andrade, Manuel Bandeira, João Cabral de Melo Neto, Manuel Quintana.
Antes del primer libro, “Derrumbado nocturno y desván”, de 1977, estuvo la poesía oral: “arranqué como poeta oral en recitales de músicos amigos”, recuerda en otra conversación, con el periodista Alberto Silva. Tocaba poesía en los recitales de Pipo Spera o de Mateo.
“Derrumbado”... es impreso en la antigua Shera’a, un colectivo de artistas empeñados en resistir a los tiempos de “oscurana”, que venían de la Comunidad del Sur.
A lo largo de cinco libros de poesía la obra de Macu se ha desplazado, desde el inicial tono entre confesional y en parte subsidiario de la poesía social de los sesenta, común a sus tres primeros libros, hasta la celebración del collage a la manera de montaje cinematográfico de “La bufanda del aviador” y “Ontheroadagain”.
De sus libros iniciales, “Fantasmas en la máquina” (Ediciones de Uno, 1986), destaca por la limpidez de la escritura poética, la capacidad de aunar en el texto lo disímil de la historia reciente, el paisaje urbano y el de los afectos, en una cuerda próxima a las trayectorias literarias más típicas de la poesía social rioplatense de los sesenta.
Una joyita es, antes que eso, el disco larga duración “Los caballos perdidos”, de 1982, editado por Sondor, que recoge textos de sus dos primeros libros, “Derrumbado, nocturno y desván” (Shera´a,1977) y “Pasajero de las sombras / Los caballos perdidos” (Libros de Granaldea, 1980). Las voces de Eduardo Darnauchans, Fernando Cabrera, Jorge Bonaldi, Fernando Condon, Julio Calcagno. Jorge Lazzarof y Leo Masliah son el decorado y componen la polifonía del texto, en un disco pionero si de creación interdisciplinaria y poesía oral se trata. Se puede oír en la red: https://youtu.be/N10HOKFBqhc
Con “La bufanda”... inicia “Proyecto Ferlinghetti”, viaje literario desde Chicago a Los Ángeles, ciudad en la que vive el poeta sobreviviente de la generación beat. A la vez “ars poética”, declaración de amor y pertenencia a estos rincones del corazón.
En 2017 llegó “Ontheroadagain”, síntesis del recorrido poético del Macu. Poesía narrada, sucesión de paisaje de carretera, celebración de lo fraterno, insistencia en el gesto indócil, que tanto desacomodó a propios y ajenos. Desarrolla acá su “Proyecto Ferlinghetti”, suma participantes en el viaje. En este último libro, en la última sección los poemas de Seni Labart desafían la corrección literaria y se producen desde el juego, la economía de recursos y lo naíf. “Ezra Pound / una película doblada / en directo / por Martínez Carril / tiras y sombras / caminando la plaza / tu sonrisa / frente al plato de Gramajo.”
“Los escritores, y sobre todos los poetas, siempre resultan sospechosos”, dijo alguna vez el Macu. La poesía cuando se coloca por fuera de la búsqueda del aplauso fácil, por fuera de los canales de lo retórico, de lo ya dicho, cuando se atreve a saltar sin red, a tensionar el lenguaje, a no jugar para el resultado, inevitablemente conduce al ninguneo, a las estrategias de silenciamiento, al coro de unanimidades que prefieren ocultar, crítica e informativamente, al que se instala en el lugar del desafío. Pero es mucho más entretenido, y lo que de verdad vale la pena.
Vendrán caras extrañas, ya se ha dicho. Y sí que vendrán, a reiterar la operación del olvido, o a llorar lágrimas impostadas ahora que queda bien, que el Macu ya no puede responder con sus risotadas.
De un peleador a otros
" Y en el segundo round
ya sabía que caería redondo,
cuando se fue la luz
campeones del mundo
de sueños rotos"
Quique Gonzalez
a Juan Descrescenzio y Esteban Leivas
nunca he dado la talla
ni el peso exacto
pero siempre entré al ringside
dispuesto a dar pelea
y aguantar más de un asalto
"desiste, te irás al piso macho"
decían desde el rincón
pero igual resistía
dejando dientes muelas cejas
narices astillas del corazón
y por supuesto
los ojos en compota
todos los rivales
me pegaban a mansalva
pesados medios moscas
plumas y gallinas
tremendos noqueadores
hijos de su madre del barrio
púgiles comarcales
crápulas nacionales
del cuadrilátero
tirándome cross a la mandíbula
o ganchos demoledores
puñeteros aficionados
y profesionales
secretarios de estilete
amigos de ocasión
y amores enguantados
pegando abajo
o lanzando jabs directos
y veloces como aves de rapiña
a todos les aguanté el castigo
les di pelea hasta los nudillos
mientras ellos cincelaban
el desastre en mi cara
siempre rechace la toalla
y la lona
desde del rincón gritaban:
"desiste esto va a matarte
campeón"
de tumbo en tumbo
abrazando la desgracia
y más golpeado que los tambores
de la tribuna
siempre me volví a levantar
porque para un peleador
no hay mayor gloria
que aguantar hasta el próximo round.
El hombre de la bicicleta cruza el desierto
a Atilio Dante Perez Comba, mi padre
entre los cactus y las piedras
pedalea un ciclista de jopo
y corbata de moña
tiene un bigote finito
y una sonrisa de cantor
de radio
la bicicleta tiene un motorcito
italiano que tose asmático
el hombre va sorteando las piedras
y las sombras
con el silbido que me dormía
de niño
con ese hombre
la foto a color y en movimiento
del parque Batlle
mil novecientos cincuenta y cuatro
nos dijimos tantas cosas
durante tantos años
que por último no teníamos
nada que decirnos
en el final
no apreté sus manos de guitarrista
no cerré sus ojos
ni besé su frente fría
ahora está silbando
para sortear espantos
como a sus seis años
cuando fue a comprar vino
para el padre
una noche de lluvia
y él iba saltando
aterrado
entre los sapos
como a los catorce
cuando el padre los abandono
lo dejo a cargo
de la madre y las hermanas
y la Marina
con una navaja de peluquero
le degolló la infancia
-el espectro amigable
de un niño perdido
que a veces volvía
en sus dibujos de caballos
y aeroplanos
habrá silbado también
-como un sollozo
a los veintitrés
cuando nací con los riñones malos
y le dijeron:
" no llegará al año"
pero ahora
no hay nada que temer
el pedalea como en el 54
con el jopo glostora
el lunar al costado
del bigote
con la sonrisa
que me llevaba a tierra firme
desde el encrespado mar de las pesadillas
junto al fuego
los otros cuatro duermen
solo los coyotes y yo
sabemos
que mi padre
ha pasado por la noche del desierto.
Atilio Duncan Pérez da Cunha (Macunaíma)
1951 - 2020
Obra publicada
Derrumbado, nocturno y desván (Shera´a,1977)
Pasajero de las sombras / Los caballos perdidos (Libros de Granaldea, 1980)
Los caballos perdidos (Sondor, disco vinilo, 1982)
Fantasmas en la máquina (Ediciones de Uno, 1986)
La bufanda del aviador (Banda Oriental, 2008)
Ontheroadagain (Banda Oriental, 2017)