Gobernar para todos y, en primer lugar, para los más vulnerables.
Pasan los días y junto con la evolución ascendente de los afectados por el virus COVID 19, se incrementan también, las demandas y reclamos de organizaciones sociales y políticas del país.
Algunas de estas demandas y los reclamos que ellas condensan, apuntan a cuestiones aparentemente sectoriales o de mínima localización, particular que puede llevar a perder de vista lo que ellas, en su conjunto, representan.
La estrategia general, desarrollada hasta el momento por el gobierno nacional, ha tenido como característica principal la centralización de las decisiones y una suerte de "encierro tozudo" visible en la fuerte resistencia que se hace para ampliar el círculo de los que analizan la situación y en consecuencia, definen directivas.
Parece, si nos remitimos a las conferencias de prensa realizadas, que todo se aclara y resuelve con esa modalidad de comunicación rotatoria de ministros.
Como ejercicio comunicativo, intenta por un lado trasmitir "la certeza" del control de la situación y por el otro, mostrar, lo que es difícil de ver en la dinámica política concreta de lo que efectivamente sucede, que hay una unidad gubernativa signada por la presencia de los ministros que proceden de todas y cada una de las tiendas de la coalición.
Es un ejercicio tan "marketinero" que pareciera que la contienda electoral no ha terminado.
Y es cierto, la contienda electoral no ha terminado, no por los tiempos definidos por el ejercicio del voto, sino porque desde adentro mismo de la coalición, algunas de sus figuras, en disimiles gestos de accionar político, han comenzado lo que ya antes hacían, esto es disputar al nuevo Presidente su condición de mandatario "que se hace cargo".
Alguien puede pensar que estamos ante una reflexión de frenteamplista "resentido", pero ¿cómo entender entonces, la postura de un Sanguinetti quien luego de asistir a la reunión convocada por el Presidente con los líderes de todos los partidos políticos se convirtió en el insólito vocero de la nueva situación epidemiológica del país, dejando para el Presidente la pobre parte de un anuncio de semejante relevancia?
¿Cómo entender, además, los gestos de un Manini Ríos que, como la "gata María Ramos", trasmite un goebbeliano mensaje vía redes sociales, donde de forma absolutamente falsa entremezcla, hasta el absurdo de la confusión total, el trabajo de 15 años de gobierno frenteamplista, con la titubeante y ambigua resolución adoptada por el actual gobierno, en aquella conferencia de prensa iniciática que Sanguinetti hizo suya?
¿Cómo comprender, por ejemplo, esa rara dupla Sartori- Manini Rios, proponiendo se detengan las medidas económicas anunciadas con singular prisa por el gobierno electo, propuesta que había aparecido en el espectro político nacional a partir de las posiciones del Frente Amplio?
No hay que ver fantasmas donde no los hay, la proliferación de demandas y reclamos sectoriales vía diferentes comunicados y declaraciones que hoy inundan nuestros medios de comunicación, es una clara muestra del posicionamiento crítico de amplios sectores sociales y de la sociedad civil, ante el modelo ostracista y reduccionista que usa el gobierno para realizar análisis, definir decisiones y adoptar resoluciones que nos atañen a todos.
Hay un cierto dejo "aristocrático" en esta forma de analizar y tomar decisiones por parte del gobierno, es justamente en los efectos de ese modelo "aristocrático" de hacer política, donde hay que ubicar, por ejemplo, la dimensión política del problema.
Y es esta dimensión política la que aparece claramente reflejada en las diversas declaraciones y reclamos.
Dimensión política que fuera condensada en la última declaración del Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio, cuando se señalaba la urgencia de desarrollar: "Desde una oposición constructiva, responsable y firme (...) en acuerdo con la INTERSOCIAL y con todas aquellas organizaciones que representan los intereses de la enorme mayoría de la población, todas aquellas políticas públicas que desde el MIDES y otros organismos estatales prioricen, con responsabilidad y sentido humanista, la atención de las necesidades de los sectores de la población más vulnerables"
Cuando se quiere gobernar y "hacerse cargo" hay que gobernar y hacerse cargo de todos.
Sobre todo, y, en primer lugar, de los más vulnerables y eso es lo que el gobierno sistemáticamente elude.