Foto: Sojumojo

El domingo pasado se conmemoró otro Día internacional de la mujer trabajadora como cada 8 de marzo desde hace más de 100 años. La movilización fue mundial, las marchas fueron masivas, variadas las intervenciones políticas, mucha expresión artística feminista y diversidad de colectivos de mujeres con consignas y cánticos.

La marcha uruguaya convocada por multiplicidad de grupos fue encabezada por la Coordinadora de feminismos y volvió a mostrar que la lucha es de masas y abrazada por todas las generaciones con fuerte presencia de jóvenes, adolescentes y hasta niñes que pintan sus propios carteles y miran con adoración a feministas que les sirven de ejemplo para su futuro.

Entre la infinidad de consignas podían leerse entre otras: las mujeres deciden, la sociedad respeta, el Estado garantiza y la Iglesia no se mete; aborto seguro para todas sin tutela y sin fronteras; por el orgullo de ser, por el derecho a decidir; identidades libres de binarismo; mi mamá me enseñó a luchar; los derechos conquistados no se tocan; cuerpos libres, estados laicos y democracias plenas; basta de curas pederastas; la culpa no era mía ni dónde estaba ni cómo vestía; feminismo es libertad.

Nos encontramos frente a un momento histórico de inflexión en el cual la región viene girando hacia la derecha y fortaleciendo discursos de odio, anti-aborto, anti-diversidad, anti-educación sexual, en contra del movimiento feminista y en constante combate contra la “ideología de género”[1]. En este contexto político el rol de la juventud es crucial, tenemos la tarea de defender lo conquistado, no solo a nivel normativo, sino también a nivel social, político, cultural y económico.

Las mujeres jóvenes tenemos que animarnos a hablar, la consigna de “no nos callamos más” también refiere a una voz que se debe extender a todos los espacios. No podemos permitir que se continúen forjando identidades censuradas y con miedo a expresarse, que se abandonen responsabilidades en el movimiento social por no sentirnos preparadas o pensar que nuestra voz no vale.

Las nuevas generaciones tenemos la tarea de aprender hasta dónde se avanzó, con qué conflictos y tensiones, para no repetir procesos innecesarios y evitar retrocesos. Aunque sabemos que no alcanza solo con conocer la teoría, de lo contrario la academia ya habría liderado la revolución, entendemos que tampoco es suficiente estar siempre en actividad sin conectar procesos y conocer la historia. Debemos leer, intercambiar y aprender en la práctica, y es nuestra responsabilidad conocer a quienes lucharon para que hoy nos encontremos con un camino más allanado y con mejores capacidades de resistencia.

Las mujeres somos diversas, entendimos que no existe un “ser mujer” único, incuestionable e inmodificable. Tenemos proyectos de vida propios y ya no aceptamos que sean formulados por el patriarca de la familia o en dependencia de un marido-sostén económico. No queremos la maternidad como destino o imposición, queremos disfrutar de nuestros cuerpos con libertad y vivir el placer sin estereotipos ni violencias. Nos concentramos en formarnos, participar y trabajar en conjunto por nuestra emancipación.

Es necesario que cada vez más jóvenes comprometides con la lucha feminista ocupen los lugares de militancia, que los sientan propios y que esos espacios se vuelvan feministas. Es nuestra tarea continuar con los procesos que vienen realizando hace muchos años compañeras en la militancia de organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, partidarias, en cooperativas, grupos de jóvenes o culturales y fortalecer la unidad dentro del movimiento feminista y con otros movimientos sociales para resistir en conjunto ante cualquier intento de retroceso desarrollando perspectivas políticas que profundicen lo logrado.

El movimiento feminista este 8 de marzo en Uruguay enfrentó el desafío de ser la primera movilización social a una semana de la asunción del nuevo gobierno. La organización de las marchas mejora con el paso de los años, incorpora cada vez más demandas desde diversos sectores de la población y es convocada ampliamente por distintas organizaciones lo cual se visibiliza en una manifestación multitudinaria en diversos lugares del país, que transcurre con la libertad y el cuidado que caracteriza al movimiento feminista. Con conciencia, con determinación y criterio. Sin problemas

Sin embargo, el Ministerio del Interior entrante tomó medidas de “seguridad” más provocativas que “protectoras”. Fuerte despliegue policial con helicóptero incluido en Montevideo que vigilaba desde las alturas, enormidad de efectivos de la guardia republicana y personas infiltradas tomando fotos de quienes marchaban. Eso se vivió en Salto, Artigas, Rivera y Canelones, hasta donde reportaron las compañeras de las distintas localidades del interior. Pareciera que las feministas y las organizaciones sociales fuésemos una amenaza interna que debe ser controlada, de lo contrario no se explica tal demostración del aparato represivo.

Es importante mencionar la manipulación mediática que se hizo de la marcha con titulares que hacían referencia al despliegue policial como “operativo exitoso” porque no hubo disturbios. Nunca antes los hubo pero de todas maneras se esperaban. Informativos como el de Teledoce estaban ubicados dentro del vallado que custodió, con una cantidad de mujeres policías, los muros de la Iglesia católica. Casi “desesperados” por registrar agresiones que nunca se produjeron. Por eso la cobertura de miles de mujeres marchando fue secundaria, mezquina y sin priorizarla como noticia en el informativo. Al otro día de las demandas de las mujeres movilizadas, poco o nada se habló.

Estos ejemplos sirven para continuar cuestionándonos de dónde sacamos la información y cómo reaccionamos a las “noticias” que ponen sobre la mesa los medios masivos de comunicación que vuelven a demostrar el sesgo de su trabajo.

Por todas estas razones, y muchas más, con esta nota se inicia una columna en este medio de comunicación “Resistencia” que tratará sobre feminismos. El objetivo es abrir un espacio confiable para acceder a información, intercambiar ideas, debates y reflexiones. Será bienvenida toda colaboración que surja de la motivación por profundizar el debate teórico, compartir experiencias y generar propuestas para la acción.

El pensamiento de Rosa Luxemburgo [2] sintetizado en una de sus frases más referidas: “Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” sigue vigente y es un compromiso que nos sigue convocando. Quedamos a la espera de tus aportes.

 

 

 

[1] “El desembarco de la campaña que combate la llamada “ideología de género”, concepto acuñado por la Iglesia Católica desde mediados de los noventa, se instala rápidamente en la región a través de distintos actores políticos” - Del libro Políticas antigénero en América Latina. Uruguay el mal ejemplo de MYSU http://www.mysu.org.uy/wp-content/uploads/2019/10/Poli%CC%81ticas-antige%CC%81nero-en-Uruguay_web.pdf

[2] Nacida el 5 de marzo de 1871, la teórica marxista es considerada una de las grandes revolucionarias del siglo XX.

Autora: Tamara Abracinskas

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