El pasado domingo, 10 de julio, se realizó el homenaje anual a la memoria de Ramón Peré, primer mártir de la lucha antidictatorial, que cayó el 6 de julio del 73 en la esquina de Rivera y Bustamante, en el Buceo. Este joven comprometido con la lucha de su pueblo es alcanzado por una bala en su espalda, disparada por el militar Tranquilino Machado, mientras Ramón militaba en el marco de la Huelga General resuelta por la CNT y acompañada por el conjunto del movimiento popular. Peré, de 29 años, era estudiante y docente de la Facultad de Veterinaria, esposo y padre de dos hijos, además de militante de la Asociación de Estudiantes de Veterinaria (AEV-FEUU) y la Unión de la Juventud Comunista (UJC).
El homenaje, como todos los años, lo organizó el círculo de la UJC que lleva su nombre, y se volvió a convocar de forma presencial tras dos años de homenajes virtuales obligados por la emergencia sanitaria. Originalmente se iba a realizar en la ubicación habitual, la plazoleta Ramón Peré, ubicada en Rivera y Tiburcio Gómez, pero a consecuencia del pronóstico de lluvias (que finalmente no se dieron en las horas de la mañana) se realizó en el Comité Puerto Buceo del Frente Amplio (FA). El emotivo evento comenzó con un breve espectáculo artístico de la mano de dos jóvenes militantes y músicos, Joaquín Márquez y Facundo Méndez. Luego se pasó a la parte oratoria, en la que tomaron la palabra Fernando Pereira, presidente del FA, y Florencia Solana, integrante del Círculo Ramón Peré. Finalmente, se leyeron algunos saludos, entre ellos de la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, y se entregó un ramo de rosas rojas a la familia de Ramón, en la persona de Alicia Jaime, quien fuera su compañera en esos trágicos momentos y madre de sus dos hijos.
A pesar de ser esta una actividad partidaria, es destacable que las oratorias no se centraron en su condición de frenteamplista ni comunista, aunque tampoco lo ocultaron. Pereira destacó la figura del homenajeado como militante estudiantil, pero también como “huelguista”, en tanto el movimiento estudiantil partició codo a codo con el movimiento sindical en esa huelga de quince días que, como suele decirse, hizo nacer herida de muerte a la dictadura. Trayendo a colación las palabras de un militante veterano con el que había hablado el día anterior en el homenaje al seminario El Popular -clausurado también por la dictadura durante la huelga-, comparó esa histórica demostración de fuerza del pueblo uruguayo con el éxodo del pueblo oriental liderado por el General Artigas en los tiempos de la lucha por la independencia. Además, señaló la importancia de mantener viva la memoria respecto a los hechos acontecidos durante la dictadura cívico-militar y en los años previos, recordando, entre otros, la caída de los ocho “mártires de la 20” y de Líber Arce en 1968. En ese sentido, destacó que este homenaje fuera organizado por jóvenes que nacieron mucho tiempo después del retorno a la democracia, destacando que eso hablaba de la persistencia de la memoria sobre las violaciones a los derechos humanos en nuestro pasado reciente.
Solana, por su parte, se refirió a las razones que llevan a ese colectivo de jóvenes militantes y comunistas a recordar la figura de Ramón. En primer lugar, reafirmó el compromiso con la lucha por los derechos humanos y por memoria, verdad y justicia respecto a los crímenes cometidos en la dictadura, cuestionando duramente sucesos de la actualidad como el proyecto de ley de prisión domiciliaria, la persecución contra hinchadas de fútbol y la intervención del club Villa Española. Enmarcó estas reivindicaciones en la lucha antifascista, la cual, dijo, “sigue plenamente vigente y es una forma de honrar el nombre de Ramón Peré”. Retomando a Peré en su doble condición de militante estudiantil y docente, también críticó el recorte presupuestal a la Universidad y la represión a los trabajadores organizados de la enseñanza pública. En un plano más general, destacó que el movimiento sindical se encuentra en un momento de avanzada en cuanto a su nivel de movilización, en base a la acumulación generada en torno a la campaña por el referéndum de marzo, y llamó a que dicho proceso de movilización y unidad “se siga desarrollando y avanzando hacia un programa común que nos encuentre el año que viene en el tercer Congreso del Pueblo”. Finalmente, recordando a Ramón como militante de la Juventud Comunista, planteó que el estudiante de veterinaria “fue un joven que no se conformó con las injusticias que sufría nuestro país en ese tiempo, dio su vida por sus ideas y por recuperar nuestra democracia; nosotras, siguiendo su ejemplo, tampoco nos conformamos e invitamos a todas las jóvenes de nuestro país a cambiar todo aquello que debe ser cambiado.”
Tras esta arenga, se dio por concluida la actividad y gran parte de los asistentes se desplazaron hacia la Embajada de Cuba, para participar de una actividad de solidaridad con la Revolución Cubana que se había convocado para ese día, mientras los jóvenes organizadores disponían todo para dejar el local en orden.