El 14 de febrero de 2021 decíamos entre otras cosas lo siguiente:

“Cuando la guerra de las Malvinas en 1982, EE.UU. apoyó a su socio estratégico de la OTAN: Reino Unido de Gran Bretaña. Violó el TIAR. El gobierno de Tabaré Vázquez había resuelto retirarse del TIAR, un organismo creado e impuesto por EE.UU para una guerra que hace 30 años que no existe.

El gobierno de la coalición marrón de Lacalle Pou, lo primero que hizo fue reintegrarse al TIAR, en una clara señal pro EE.UU.

Hace un mes decíamos que estaba en pleno desarrollo la Operación Cruz del Sur, llevada adelante por el Comando Sur de EE.UU y su IV Flota de guerra. El pretexto: la lucha contra la pesca ilegal.

Decíamos que EE.UU en su declive mundial, necesita hacerse fuerte en el Atlántico Sur, por los recursos y los puntos estratégicos. Que desde Malvinas, junto con su aliada británica, pueden controlar el Atlántico Sur, el Océano Índico y proyectar su poder sobre América del Sur, África y la Antártida. Dominar los océanos, las vías comerciales y los recursos estratégicos.

Esto decíamos cuando vino de “gira” el barco de la Guardia Costera –USCG Cutter Stone-.”

Ahora de nuevo se votó en diputados, la autorización, para que el buque USCG Cutter Stone (WMSL-758), atraque en el puerto entre el 19 de febrero y el 1º de marzo de 2023.

Veamos de que estamos hablando y sus derivaciones.

Las FF.AA de EE.UU están integradas por: Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Cuerpo de Marines Fuerza Espacial y Guardia Costera.

La Guardia Costera cumple doble función: militar y de orden interno. Lo que en el Pentágono nos recomiendan: combinar en la misiones de las FF.AA actividades de defensa con seguridad interna. Ahora la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) que sigue vigente, la maquillan para que no se la vincule a lo que hicieron las dictaduras del tipo fascista criollas.

La Guardia Costera en tiempos de paz de acuerdo a las leyes yanquis, dependen del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU que es una Secretaría de Seguridad Interior. Entre sus múltiples funciones incluye, las de Defensa Nacional. Por eso en tiempos de guerra los códigos y leyes establecen que pasan a depender jerárquicamente del Departamento de Defensa, como una Fuerza Armada dependiente del Departamento de la Armada de EE.UU.

Prueba de esto es que la Guardia Costera ha participado en todas las guerras que ha tenido EE.UU, desde 1915. ¡En todas! Incluidas las dos guerras mundiales, la guerra de Corea; Vietnam y las dos en Irak. En la de Vietnam perfeccionaron varios de sus destacamentos.

De acuerdo al código 14, la definen: “La Guardia Costera establecida el 28 de enero de 1915, será un servicio militar y una rama de las fuerzas armadas de los Estados Unidos en todo momento (sic). La Guardia Costera será un servicio del Departamento de Seguridad Nacional, excepto cuando se opere dentro del Departamento de la Armada.”

Desde el 17 de octubre de 2007 trabaja coordinada con la Armada y el Cuerpo de Marines y se establece que puede actuar ante cualquier impacto negativo para los EE.UU. Ya sabemos de sobra, lo que el imperialismo interpreta por impactos negativos. ¡Entra todo! A no comerse la pastilla, de que vienen por la pesca ilegal. A no olvidar, que la nueva DSN, la están maquillando permanentemente de acuerdo a su estrategia de dominación global. Acá encontraron un gobierno servil y antipatriota, que tiene diputados genuflexos como Schipani, entre todos los que integran la coalición marrón. Votan con las dos manos la presencia del imperio a través de este “barquito”.

Tiene 127 metros de eslora y 16 de manga. Es de última generación – entró a operar el 14-10-2019-, tiene motor de turbina de gas con dos motores diésel auxiliares. Dispone de helicóptero de última generación, un cañón MK 110 de 57 mm y de pequeños sistemas aéreos no tripulados. Lleva 130 tripulantes. Tiene la mejor tecnología, vinculado al C4ISR –sistemas de Comando, Controles, Comunicaciones y Computación, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento-. Puede viajar hasta 22.000 kilómetros y hasta 60 días. Cuando hablan de proteger el mar, ellos como imperialistas que son, se arrogan todos los océanos del mundo, incluido el Atlántico Sur. Por eso, les interesa el puerto de Montevideo, que este gobierno ya lo entregó a los belgas por 60 años más. Y después cantan el himno y dicen ser artiguistas, etc.

En sus misiones dicen promover la seguridad marítima, búsqueda y rescate, lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada en el Atlántico Sur y hasta proteger el medio ambiente. Raro. Porque EE.UU, ha sido reacio a firmar el protocolo de Kioto, entre otros. Incluyen por supuesto la lucha contra las drogas, cuando son los principales beneficiarios del negocio. Casualmente el primer operativo anti drogas lo hizo este barco cerca de Guyana, donde están promoviendo una provocación contra Venezuela – una de las tantas-.

Incluyen entre sus misiones la interdicción de inmigrantes extranjeros. La seguridad y defensa de puestos en el extranjero, el compromiso militar en tiempos de paz en el extranjero, las operaciones de defensa en conjunto con la marina de los EE.UU. Eso sí, ellos te avisan lo que van haciendo y van a realizar. Por eso, Laura Richardson, Jefa del Comando Sur y por lo tanto de la IV Flota, te dice que vienen por todos los recursos de América Latina. Sigue la Doctrina Monroe que decía: América para los americanos. Para ellos, en realidad. ¡América! Te avisan y aquí le chupan las medias a la Guardia Costera que forma parte de esas fuerzas militares.

Lo que queda claro, es que los “nacionalistas de las coalición, incluyo a todos sus integrantes, son considerados amigos y aliados por los dichos de la propia embajada imperial, en nuestro país.

A no olvidar, que un Cutter es un tipo de barco de guerra de pequeña a mediana envergadura usado por la Guardia Costera que forma parte de las FF.AA de los EE.UU.

¿Quién puede garantizar que la presencia militar estadounidense en el Atlántico Sur, no puedan montar una provocación para generar un conflicto?

No hace mucho, el 18 de julio de 2022, el buque chino Lu Rong Yuan Yu 606, fue apresado de manera ilegal por la Armada Nacional por considerar que el barco extranjero no tenía jurisdicción para actuar. Venía con 11 toneladas de calamar en las bodegas, que estaban congeladas y habían sido apresadas con anterioridad al ingresar a aguas uruguayas. Los marinos no detectaron actividad de pesca al momento del abordaje del barco. El ministro García salió a jetear y dijo: “Lo importante es el ejercicio de la soberanía”. El barco fue apresado por orden del contraalmirante Mario Vizcay que no tenía jurisdicción para actuar. La orden debería haberla dado el Comandante de la Marina o el Prefecto Nacional Naval. Todos los controles técnicos y fiscales demostraron que fue una burda provocación contra un barco que no había cometido ninguna infracción y que pertenecía a un aliado estratégico de Uruguay, con el que se propagandeaba la firma de un tratado de libre comercio.

Es público, que para EE.UU, la República Popular de China, es su enemigo principal. No lo ocultan y actúan en consecuencia. Los medios controlados por EE.UU y sus secuaces locales suelen decir mentiras y calumnias contra nuestro principal cliente comercial. Recientemente el gobierno, ante presiones de los yanquis retrocedió en la posible compra de dos buques chinos, que para técnicos de la Armada Nacional eran los más adecuados, entre otras propuestas. Se dio marcha atrás, y venden la toma de decisiones de manera independiente, por las migajas que les tiran los gringos.

Ante una provocación, que no se puede descartar, como somos de nuevo –gracias a este gobierno “patriota”- integrantes del TIAR, en caso de un conflicto inventado por quienes en esto, son verdaderos maestros, nos podríamos ver arrastrados a algo con consecuencias imprevisibles, a pretexto de la pesca ilegal.

En defensa de la patria y la soberanía no se puede autorizar semejante despropósito, como dejar atracar en el puerto de Montevideo, un barco de guerra de las FF.AA de EE.UU, que según parece harían maniobras militares con la Armada Nacional.

Autor: Pablo Reveca

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