Como la ciudadanía sabe el inicio de clases va a ser con paralización de actividades y movilizaciones del sindicato de maestras y maestros de la capital. AdeMU Montevideo resolvió parar por 24 horas, pero realizar la medida por jurisdicciones, por lo tanto, el paro se va a desarrollar en tres días. El 5 de marzo paran las escuelas de la jurisdicción oeste, el 6 de marzo las escuelas de centro y el 7 de marzo las de este.
Esa es la “información” a la que se puede acceder en cualquier medio, la cual se difunde siempre condimentada con las opiniones tendenciosas de las autoridades de la educación y otros operadores políticos de la coalición de gobierno. Lo que llama la atención es el escaso periodismo de investigación, porque no conocemos ningún medio que haya realizado el análisis del recorrido que lleva a esa medida por parte del sindicato, es decir, no se intenta responder la pregunta evidente ¿por qué el paro?
Además, algunos medios como el diario caganchero, salieron a confundir y dar manija, para ello manipularon la realidad, -como lo hacen siempre- dando a entender que el paro iba a ser de 72 horas. Importa señalar que esa posibilidad no estuvo planteada en ninguna de las instancias de debate y resolución del sindicato.
Las circunstancias del paro en la primera semana de clases necesitan análisis de procesos, contextos, explicaciones, y también la exposición de algunas convicciones. Convicciones que no son antojadizas, sino el resultado de una larga historia de compromiso con la educación pública del magisterio uruguayo.
Nadie en el país es más consciente que las maestras y los maestros de lo que significa el inicio de clases, nadie conoce más cómo incide en las niñas, los niños y sus familias. Por eso, y este no es un detalle menor, el 4 de marzo -día del inicio de clases- no se realiza paro, con el objetivo que el reencuentro de niñas y niños con sus maestras y maestros suceda.
Sin dudas, es importante poner sobre el tapete cuál fue el recorrido de esta medida de paro, porque la misma viene siendo castigada por los medios hegemónicos que levantan las consideraciones de quienes deciden sancionar, de quienes acuerdan con la sanción y de quienes la celebran, al estilo del festín medieval del castigo en la plaza pública.
Para nosotros las autoridades de la educación son las responsables del paro y eso es lo que vamos a intentar explicar en las líneas que siguen.
Es preciso describir algunos aspectos del contexto histórico. Desde que el actual gobierno se instaló en Torre Ejecutiva comenzó a aplicar un ajuste neoliberal feroz y antipopular, el cual se ha implementado de múltiples maneras. A modo de ejemplo señalamos: pérdida del poder de compra de nuestros salarios, ajustes de las tarifas por encima de la inflación, aumento del precio de los combustibles, modificaciones a favor del sector empresarial en la ley de negociación colectiva, reforma jubilatoria impuesta que implica trabajar más años para cobrar menos… eso en el cuadro general.
En lo particular, a la Educación se le han recortado unos 180 millones de dólares del presupuesto de la ANEP, lo que implica la pérdida de miles de horas docentes, el aumento de la cantidad de estudiantes por clase, la disminución de los recursos destinados a cada estudiante, también la disminución del porcentaje de PIB destinado a la Educación…
Además, en la Educación venimos sufriendo el ascenso vertiginoso del autoritarismo, expresado en el maltrato, en la prepotencia, en la persecución, pero también en una campaña permanente de deslegitimación de los colectivos docentes y sus herramientas de representación. Una parte clave de ello es la implementación inconsulta e impuesta de la transformación educativa, con la cual se ataca la esencia del rol docente, la profesionalidad, y la libertad de cátedra.
Hay que incorporar en el análisis la persecución y sanción de las y los profes de San José, al igual que el caso del salón gremial de las y los estudiantes del IAVA, que terminó con la quita del espacio de las y los estudiantes y con la separación del cargo del director de la institución.
Sin estos datos no se puede entender la realidad y tampoco el paro.
Por su parte, la situación concreta de la sanción a dos maestras de la Escuela N°35 también tiene su contexto y sus circunstancias. En marzo de 2023 -hace un año- dos compañeras leyeron a la entrada de la escuela una nota sindical que señalaba muchos de los problemas ocasionados a raíz de la transformación educativa. Dicha lectura desató la furia de las autoridades, y empezó la cacería.
Las autoridades rápidamente resolvieron sumario con separación del cargo y retención de haberes para las dos compañeras, insistimos, por acatar una medida sindical. Alguna persona despistada podría creer que dañaron un bien púbico, agredieron a alguien o cosa del estilo. ¡No! Nada de eso, leyeron un documento emanado del sindicato.
A través del sindicato se accionó, las familias se movilizaron en apoyo a las maestras, y las compañeras volvieron a sus cargos mientras la investigación se realizaba. Durante ese proceso desde el sindicato le solicitamos a las autoridades celeridad en el proceso de investigación y que las resoluciones no se comunicaran en el verano. ¿Qué hicieron? ¡Todo lo contrario! Demoraron el tema y notificaron de la sanción el 8 de enero de 2024.
Durante el proceso de investigación, a las dos compañeras las acusaron de muchas cosas en diferentes ámbitos y medios, de proselitismo político, acusación que ningún jurista de ningún lado pudo sostener, aunque algunas de las figuras de la coalición lo siguen repitiendo.
También se las acusó de violación de la laicidad, y tampoco encontraron alguien que pudiera defender semejante disparate. Entonces, desesperados por aplicar la medida ejemplarizante encontraron la salida, una reglamentación de principios de la década del 50´ que habla de neutralidad y esa fue la sentencia, ¡poca neutralidad!
Entonces, se les retuvo 30 días de sueldo y se les hizo anotación en el legajo por falta grave, por ser poco neutrales.
Por lo tanto, las autoridades con su manejo irresponsable del tema, con su actitud prepotente y avasalladora, son responsables de las medidas sindicales, que no reclaman otra cosa que el levantamiento de una sanción totalmente improcedente e injusta. ¡Ellos son los insensibles!
Además, insistimos en una idea central, tomamos partido hasta para dónde sopla el viento, no somos neutrales, tenemos opiniones y tenemos derecho a expresarlas.
En lo que refiere nuestra profesión consideramos que las y los docentes tenemos la formación que nos permite interpretar la política educativa y reelaborarla creativamente, con criterio propio, en función de las circunstancias específicas, y de acuerdo a la realidad de las niñas y los niños concretos. Esto implica apostar a docentes con potencia teórica, capacidad crítica y compromiso con la realidad social.
Entonces, está establecida una brutal contradicción, porque las autoridades quieren aplicadores de manuales que vienen prefabricados desde los organismos internacionales de crédito. Y esta contradicción sólo puede resolverse con lucha.
Sostenemos todos los contenidos de la carta leída el año pasado en las escuelas de Montevideo y reafirmamos: la transformación educativa ha sido y es un desastre, no tiene un solo elemento positivo para los aprendizajes de niñas, niños y jóvenes.
Convocamos a todas y todos los docentes de Montevideo a no ser neutrales, a defender a las compañeras sancionadas, y a parar, esa es la forma de volver a leer la carta entre todas y todos, y sobre todo de señalarle a las autoridades que ninguna compañera queda sola.