Quedó pendiente de la nota anterior.
El 28 de febrero de 2019 se conoció el veredicto en la causa de encubrimiento del atentado en la AMIA. Por un lado el juez Galeano, como principal responsable, fue condenado a 6 años de prisión por los delitos de peculado, prevaricato, privación ilegal de la libertad y encubrimiento; el ex secretario de Inteligencia Anzorreguy fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión por peculado y encubrimiento; Telleldín, a 3 años y 6 meses como partícipe del peculado; Anchézar –ex subsecretario de Inteligencia de Menem-, a 3 años como partícipe del peculado y autor del encubrimiento; Mullen y Barbaccia –los fiscales protegidos por Macri y Garabano, denunciados por Cimadevilla –fueron condenados a 2 años de prisión de ejecución condicional por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Carlos Menem, Jorge Palacios y Raúl Beraja. Fueron absueltos.
No hay duda que funcionarios judiciales y políticos encubrieron el atentado contra la AMIA y desviaron la investigación. La penas son ridículas, teniendo en cuanta la gravedad del atentado. Pero así funciona el Poder Judicial corrupto, que trata blandamente cuando son integrantes mafiosos del Poder Judicial los que cometen delitos. El delito de acusar a inocentes y ocultar quiénes fueron los que cometieron el atentado. Encubrieron a los ejecutores y los motivos del encubrimiento. O sea, que no se sepa quiénes fueron los responsables.
El juicio oral de 2004 y el fallo del 28 de febrero de 2019 ratifican que esos obstáculos los puso el gobierno de Menem.
Ahora con el gobierno de Milei, mientras estaba en EE.UU, fue el momento elegido por los jueces corruptos de Casación; Carlos Mahiques y Diego Barroetaveña para afirmar como si se tratara de un fallo judicial una serie de conjeturas sobre los atentados de1992 y 1994. Según ellos, ambos atentados fueron concebidos por la República Islámica de Irán, definiéndola como estado terrorista, y ejecutados por Hezbollah. Los acusan de cometer crimines de lesa humanidad para así presentar sanciones internacionales contra Irán.
Matan varios pájaros de un tiro. Le hacen un favor a Milei cuando está bajando en la opinión pública por su desastrosa política económica y social y cuando se está alineando con un Israel que acaba de cometer un genocidio contra los palestinos y está estrechando acuerdos con el hegemón de EE.UU.
Además vienen de nuevo por Cristina. Ya en setiembre de 2023, Barroetaveña fue uno de los jueces junto con Daniel Perrone que revocaron el sobreseimiento de Cristina por la firma de memorándum con Irán y dispusieron que se haga un juicio oral y público.
El corrupto Mahiques ensalzó a Nisman cuando éste acusó a Cristina, sin éxito judicial porque archivaron la acusación por estar muy flojita de papeles.
El nuevo guión de los servicios para los dos jueces corruptos, es la hipótesis de que los atentados fueron la respuesta iraní por la recisión de Menem de los convenios de Alfonsín por transferencia de tecnología nuclear.
Las dos únicas bombas atómicas que han sido tiradas contra civiles fueron lanzadas por EE.UU contra Japón. Y si alguien la tiene y las puede tirar en Medio Oriente es precisamente Israel, por ser el único país que las tiene en la región.
Milei a pasos acelerados es funcional a los objetivos guerreristas del Comando Sur.
La Hidrovía Paraguay-Paraná está controlada por los ingenieros del Ejército de los EE.UU. Clara entrega de soberanía al Pentágono que ha puesto en el centro de su planificación estratégica los recursos naturales de su patio trasero.
Milei casi al mismo tiempo que inspeccionaba la base espacial – por manija del embajador yanqui- en Argentina con tecnología china, con fines pacífico, como está demostrado; anuncia en Ushuaia una base naval conjunta con EE.UU, pasando por arriba de todas las instituciones argentinas. Se saca la foto disfrazado de guerrero con Laura Richardson la generala del Comando Sur.
Rápidamente y como parte de un plan, la inefable ministra de Seguridad Patricia Bulrich habla de una célula terrorista inexistente en Bolivia a la que le agrega la existencia también inexistente de 700 iraníes prontos a invadir la Argentina. El colmo de la provocación y el disparate.
Simultáneamente la ministra cipaya acusa a Chile de proteger en el norte en la ciudad de Iquique a Hezbollah. Por supuesto que no pudo presentar ninguna prueba ni ante el reclamo de Bolivia y de Chile, casualmente dos países que forman parte del triángulo del litio que la jefa del Comando Sur considera que es de ellos.
En esos mismos días y a velocidad de vértigo, Milei se reúne en EE.UU con el multimillonario Elon Musk que quiere dominar, coincidiendo con EE.UU el triángulo del litio y por eso fue uno de los principales apoyos cuando le dieron el golpe de Estado a Evo Morales.
Y siguiendo el guión del Pentágono y el Comando Sur, Milei pide el ingreso de la Argentina a la OTAN, con todo lo que implica.
América del Sur va en camino de dejar de ser una zona de paz, porque el imperio del mal ya está preparando los posibles focos de guerra en nuestro continente. Primero tienen en la mira a Venezuela con las provocaciones en el Esequivo. Y el otro foco es ir a la guerra contra Bolivia o a un nuevo golpe de Estado.
Como avisó en una conferencia para justificar su política bélica la generala del Comando Sur: “El 60% del litio del mundo está en el triángulo del litio.”
Si no hay previsión estratégica, podría pasar, que hubiera una guerra contra Bolivia con apoyo descarado de la OTAN, y esta quisiera usar nuestro puerto. ¿Qué haríamos?
¿Seríamos neutrales facilitándole a los buques de guerra el uso de nuestro puerto?