Arte: Walter Deliotti
Frente a la barbarie, pro imperialista, neoliberal y sociofascista que el gobierno electo quiere sumir al país, nuestra ciudad, de la mano de la clase obrera organizada debe convertirse en una fortaleza desde la cual reconquistar un país democrático, popular e integrado.
En estas elecciones municipales lo que está en juego es eso, que Montevideo se constituya en un baluarte de los derechos humanos, de convivencia democrática y que además ponga toda su capacidad para atemperar los destrozos sociales que va a traer el gobierno de coalición derechista.
El Frente Amplio debe ser consciente de esto, no se trata de hacer túneles o gestión eficiente (que hay que hacerla y bien) sino de preservar un espacio institucional que exprese en la práctica la construcción de un modelo de país diferente al modelo del gobierno nacional y que actúe como herramienta para la acumulación en la disputa hegemónica contra el bloque sociopolitico reaccionario.
Lo que está en juego es mantener un lugar donde se realice el proyecto general humanista que la izquierda representa, aún con sus contradicciones, o que la derecha reaccionaria socialmente fascista continúe avanzando envalentonada de la mano de Un Solo Uruguay.
Estos señores terratenientes quisieran volver al látigo y al rebenque, a un país conquistado, a un proyecto basado en el egoísmo, el miedo y la sumisión.
Son tan descarados que a la justicia tributaria o a las políticas sociales les dicen "solidaridad obligatoria".
Solidaridad obligatoria en todo caso es la plusvalía que le roban a los trabajadores día a día, las exoneraciones fiscales que tiene y pagamos todos, o las inversiones en trazabilidad y vacunas antiaftosicas que paga el Estado, es decir todos los contribuyentes. Estos señoritos, verdaderos "peores americanos", traicionarían mil veces más a Artigas, aunque griten fuerte "Patria", por aquella idea de que los más infelices sean los más privilegiados.
Hipócritas de doble medida, no quieren subvención al boleto pero sí a sus agronegocios; se horrorizan por un abigeato pero se callan frente a toneladas de merca mezclada con soja; hablan de Educación y valores y no quieren pagar el impuesto a Primaria. Frente a ese Uruguay ruralista, no rural, debemos reconquistar la Patria de Artigas, aquella en que no existían otros enemigos que los que se oponían a la pública felicidad.
Hoy la posibilidad que la bandera de Otorgués flamee en el cerro, no es una gestión eficiente sino un espacio de resguardo de libertades y reconquista de derechos.
Y por eso ganar las elecciones municipales, sea quien sea la/el intendente, es un deber revolucionario.