Arranquemos por modificar el nombre de la crisis. El 2002 es el emergente de una profunda crisis que venia de antes. Por ello hablar solo de “la crisis del 2002” es un error conceptual y un intento de minimizar los temas internos, productivos y sociales de la crisis y privilegiar los emergentes externos y financieros. Los datos que luego desarrollaremos en el capitulo de impactos muestran que la economía deja de crecer ya en 1999.
Vayamos ahora a las explicaciones de la crisis.
I) Las Tesis principales para interpretar la crisis.
La crisis de un país en el marco del desarrollo del sistema capitalista es el resultado de una combinación de factores externos y factores internos derivados del proceso de acumulación global y de la política nacional. Por lo tanto, si bien los factores externos, en particular regionales, tuvieron importancia en la crisis, el análisis debe ser más integral y explicar su génesis, a nuestro juicio, vinculada al modelo de crecimiento previo entre 1990 y 1998.
Nuestras tesis son las siguientes:
- El problema fundamental de la economía uruguaya reside en el modelo LACE1 (liberal aperturista, concentrador y excluyente) de crecimiento que se gestó entre1990 y 1998, como continuidad del proceso iniciado con el Plan Nacional de Desarrollo de 1973.
- La recesión que se inicia en 1999, provocada por este modelo, amplificó los problemas productivos, laborales y sociales (que ya eran trascendentes desde los 70 y profundizados en los 90) y generó una restricción fiscal y una delicada situación financiera que conllevó a la crisis de credibilidad.
- Por lo tanto, la política económica productiva y distributiva es la causa de la crisis global y la delicada situación financiera y fiscal tan sólo la consecuencia, la punta del iceberg.
- La resolución de la crisis se hizo sobre la base de una fuerte reducción de salarios, destrucción de empleo y concentración empresarial, lo que implicó optar por salir de la crisis por la vía de la socialización de sus pérdidas a las mayorías trabajadoras.
II) El modelo Liberal, Aperturista, Concentrador y Excluyente (LACE)
Este modelo tuvo como sus pilares fundamentales:
- La reforma del sector externo sustentada en la apertura irrestricta comercial y financiera con fuertes componentes desregulatorios;
- La reforma laboral sustentada en la desregulación del mercado de trabajo;
- El mantenimiento de niveles bajos de inversión y estímulo al crecimiento a través de fuerte liberalización y expansión del crédito.
La decisión en los 90 de profundizar el modelo neoliberal iniciado en la dictadura supuso:
- Un arranque de dura concentración del ingreso con un ajuste fiscal de mayores impuestos al consumo, la reimplantación del impuesto a los sueldos y una reducción salarial sustantiva.
- La desregulación en materia laboral, retirándose el Estado de la negociación colectiva, dejando de fijar incrementos salariales y reduciendo drásticamente el salario mínimo nacional.
- Una política antiinflacionaria basada en la evolución del tipo de cambio por debajo de los precios internos, lo que generó un profundo atraso cambiario respecto a los costos internos. Ello, complementada con la apertura externa generó una destrucción de producción nacional y un boom importador.
III) Las dimensiones de la crisis y sus interrelaciones
La crisis 1999 – 2002 tiene al menos cinco dimensiones que se interrelacionan: Productiva, Laboral, Distributiva – Social, Fiscal y Financiera.
a) La crisis distributiva – social, implica un deterioro de las condiciones de vida de la gente y ello, una vez agotada la fase “fácil” del crédito al consumo, reduce las ventas en el mercado interno, lo cual implica crisis de ventas en las empresas que trabajan para ese mercado, lo que lleva a la reducción de empleos y luego reduce los ingresos fiscales por IVA y los aportes a la seguridad social aumentando los gastos por seguro de desempleo.
Primer efecto: la crisis distributiva empuja a la crisis productiva y con ello a la crisis fiscal y al mismo tiempo por el peso del endeudamiento acelera la crisis bancaria por el problema del pago de los créditos.
b) Las crisis Productiva están en la base de la crisis laboral, ya que gesta un desempleo y precariedad estructurales (en el periodo de crecimiento 1990 a 1998 la tasa de desempleo creció y el desempleo estructural se consolidó) y gradualmente un desempleo coyuntural derivado del cierre de empresas.
Segundo efecto: la crisis laboral está en la base de la crisis fiscal por la baja de aportes a la seguridad social (por recesión y por desregulación laboral) y el aumento del gasto en seguros de desempleo.
c) A medida que la crisis avanzaba se reducen los ingresos del fisco y las empresas y los hogares empiezan a tener dificultades para el pago de su endeudamiento.
Tercer efecto: la crisis de la producción acelera la caída de los ingresos fiscales y con ello hace explosivo el déficit fiscal y repercute sobre la estabilidad bancaria dadas las dificultades que se generan en los pagos y en las deudas.
d) Todo este proceso de crecimiento además se sustentó en un acceso “fácil” al endeudamiento externo, lo que incrementó notablemente la deuda externa pública que se transformó en un problema central del Uruguay pos-2002.
Cuarto efecto: La crisis productiva y fiscal aumentaron notablemente el endeudamiento (que ya era estructural por el modelo de crecimiento) y generaron desconfianza en su pago, dado el lento crecimiento económico del país y ello abonó en la crisis bancaria.
IV) El diagnóstico de la crisis por parte del gobierno
El gobierno uruguayo en ese momento tuvo fuertes desaciertos de diagnóstico que amplificó la inevitable crisis provocada por el modelo LACE.:
- El primero se refirió a la devaluación brasileña de enero de 1999, a la que se consideró que sólo tendría impacto en variables nominales y que la inflación interna rápidamente anularía los efectos reales de la devaluación: Error.
- El segundo se refirió al tipo y duración de la crisis que se inició en 1999. Si bien Argentina y Uruguay dejaron de crecer en ese año y no volvieron a hacerlo en los tres siguientes, de manera reiterada, año tras año, se insistía en el carácter coyuntural de la crisis y se esperaba que la reactivación argentina arrastrara también, al alza, a la producción uruguaya. Error.
- El tercero se refirió a la convertibilidad argentina: todavía a fines de 2001 el equipo económico uruguayo estaba convencido de que Argentina mantendría la convertibilidad: Error.
- En cuarto lugar hubo también graves errores para pensar la reactivación. La manera de pensar la salida a la crisis por parte del gobierno fue el ajuste fiscal (como en 1990 Lacalle, en 1995 Sanguinetti) para que las cuentas cerraran con más impuestos y menos gasto público. El resultado fue que, realizado el ajuste, la producción se fue deprimiendo aún más en el periodo siguiente, lo que condujo al equipo económico a una curiosa reflexión: el ajuste anterior no había sido todo lo profundo que las circunstancias requerían y había que insistir con un nuevo ajuste fiscal: Error.
- Y en quinto lugar y cuando la crisis se expresaba en su final, que fue la crisis bancaria, se mostraron notorios problema de mala regulación, de falta de controles respecto al sistema financiero apoyando a los propios bancos que luego fueron la base de la crisis bancaria.
V) Los impactos de la crisis.
En el anexo a este artículo incluimos una serie de gráficos que nos muestran los principales impactos en materia de producción, ingresos, empleo, gasto social y endeudamiento.
Es claro que fue una crisis que recayó sobre los trabajadores.
Desde el punto de vista productivo la caída del nivel de riqueza del país fue de 13% entre 1999 y 2002 con una muy leve recuperación en 2003.
Los sectores más afectados (esta info no está en el anexo) fueron la industria manufacturera que cayó 33%, la construcción casi el 50% y el comercio que fue de 35%. Esta situación es particularmente grave en el caso de la industria, ya que en los años previos a la crisis era un sector que no había crecido y había perdido en la década del crecimiento entre 1990 y 1998, un orden de 90 mil puestos de trabajo.
Es particularmente importante la caída de la inversión y el consumo (este último no está en el anexo). En el caso de la inversión su reducción es a la mitad de lo invertido en 1998, quedando por debajo del 10% del PBI, desde un 15% que era la relación entre Inversión y PBI de 1999. Y en el caso del consumo interno son 2 mil millones de dólares menos que movió el mercado interno en esos 4 años.
Es particularmente importante los efectos en el mercado de trabajo. Los datos nos muestran que hubo un gran deterioro laboral. Hay, como muestra el gráfico un efecto combinado de una gran caída del empleo y un aumento del desempleo. La tasa de desempleo se eleva de 10 a 16,9% en 2002: es decir la cantidad de desempleados aumentó en más de 100.000 personas.
Cuando vamos al tema de salarios, allí se ve otro gran impacto de la crisis sobre los trabajadores. El salario real cayó casi un 24%, lo que significa una caída más acelerada que el ingreso nacional, que como vimos cayó un orden de 13%.
La combinación del efecto empleo y el efecto salarios, con una caída más acelerada que la riqueza nacional, provocó una reducción relativa de los ingresos de la clase trabajadora (caída de la masa salarial sobre PBI que muestra el gráfico 5) y ello generó un fuerte proceso de concentración de la riqueza.
Y todo ello generó efectos sobre pobreza y desigualdad como muestra el gráfico 6. Gran aumento de la pobreza hasta casi 40% de la población (cifra cercana a 1.300.000 personas) y un aumento del Índice de GINI que muestra la desigualdad de ingresos entre la población.
La economía quedó muy impactada desde el punto de vista del endeudamiento, lo que nos muestran los gráficos 7 y 8. El endeudamiento público creció de manera muy importante en 4 años y pasó a representar del 42 al 115,6% del PBI. Además, mientras en 1999 se pagaron 372 millones de dólares de intereses de deuda y ello supuso gastar el 7,96% del presupuesto, en el año 2003 se pagarán un orden de 650 millones de dólares, lo que implicará dedicar el 22,43% del presupuesto. Es decir, uno de cada 4 pesos que gastó el estado en 2003, fue para pagar intereses de la deuda pública.
Pero el tema del endeudamiento no fue solo un tema público. También se muestra que, en el caso del agro, la industria y la construcción, el aumento de su deuda, sólo con las banca privada paso a representar más del 35% de su PBI.
Finalmente, el último impacto es el deterioro de los servicios públicos sociales. El gráfico 9 trae salud y educación (pero la misma conclusión se saca si se incluye Vivienda). Hay una rebaja en valores constantes de los entes de la salud y la educación del orden del 40%
En síntesis, una crisis, con fuerte vinculación al modelo de crecimiento previo, con causas externas e internas. Con gran responsabilidad de la política econ+omica de 1999 a 2003 y con impactos que sobre todo recayeron en la clase trabajadora, socializando la crisis 1999/2003.
ANEXO ESTADISTICO
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1 - Por mas desarrollo sobre el Modelo LACE ver Olesker Daniel. Crecimiento y Exclusión. Editorial Trilce 2001.