La falacia tecnicista comienza remitiendo la democracia solamente a un tipo de Democracia que se considera como universal: la democracia liberal, siendo la democracia liberal una democracia formal donde los “ciudadanos” son exclusivamente iguales frente a la Ley y allí termina su igualdad.
Aún cuando está concepción es totalmente limitada dado que supone como iguales a desiguales y se basa en un ciudadano abstracto que opina desde esa supuesta condición inexistente de igualdad igualmente supone un riesgo para las necesidades de reproducción contínua del Capital.
En tanto esa supuesta igualdad formal entra en choque con la desigualdad real, esa relación conflictiva puede ser un espacio de luchas por interés en pugna, los cuales al ser iguales formalmente pueden considerarse legítimos. Esto llevó a que desde los años 70 se planteará, ya no desde la izquierda, sino del propio bloque hegemónico de poder que la democracia liberal estaba en crisis.
La “Comisión Trilateral1” encargó a Samuel Huntington, Michel Crozier y Joji Watanuki un informe sobre la Crisis de la democracia. Estos autores van a realizar un informe que sostiene que no existe una crisis de la democracia, sino un exceso de democracia que genera las crisis, es decir un exceso de democracia que trae consigo una crisis de Gobernabilidad del sistema sujeto a presiones y conflictos.
Como es obvio la solución no iba a ser profundizar la democracia hacia elementos de igualdad reales que completarán la igualdad formal y permitieran avanzar en una democracia más efectiva que diera respuesta a las necesidades legítimas de la mayoría de la población.
Estos autores por el contrario va a plantear que para salvar a la democracia de sí misma había que ser capaz de avanzar en una Gobernanza que le diera gobernabilidad al sistema.
Para ello entre otras cosa, desde los poderes fácticos, se plantea que la toma de decisiones debe ser blindada por un saber técnico que blinde a la democracia de los elementos de presión popular, a partir de un saber técnico incuestionable, que además se presenta a sí mismo como el único realista y no utópico. Justamente esta es su principal fuente de legitimación encubrir una utopía reaccionaria, como el único camino no utópico realista y científico.
Ya pasó bastante tiempo desde 1975, sin embargo los cantos de sirena que reducen lo político a un problema técnico, por tanto no político y por ende no sujetos a conflictos, siguen siendo parte central del discurso performativo que busca mostrar una realidad como la única posible y como "personas responsables" únicamente a aquellos que asumen el discurso dominante.
En la columna de Adolfo Garcés de Búsqueda de la semana del 11 al 17 de agosto de 2022 podemos encontrar un ejemplo contundente de este modo de presentar los hechos con el único fin de legitimarlos, deslindando la Seguridad Social tema completamente político y que implica conflicto de los intereses en conflicto, aludiendo a un saber técnico incuestionable que se resume en que el que apoya el proyecto es un uruguayo responsable y el resto…
Para esto se recurre a todo tipo de ideas peregrinas:
1 - Se asimila la seguridad social y su financiamiento a la pandemia y por eso el Consejo de Expertos se mimetiza con GACH, en un despropósito de igualar un problema político (quién paga los costos de la seguridad social) con un problema que parte de la irrupción de un virus. Por ende la opinión política de determinados expertos se concibe igual que la opinión científica de profesionales de la salud para enfrentar un virus.
2 - Al mismo tiempo se busca mediante esa maniobra convalidar por analogía la reforma jubilatoria, básicamente se plantea -si el gobierno resolvió bien la crisis sanitaria, hay que confiar que resolverá bien la seguridad social- juntando dos categorías que nada tiene que ver una con la otra. Es como sostener si usaste tapaboca tenes que estar de acuerdo en trabajar 5 años más y cobrar menos.
3 - Sin ningún tipo de problema reivindica el cumplimiento del compromiso de la reforma de la seguridad social realizada por el Presidente, sin hacer ningún tipo de mención al incumplimiento del Presidente de su compromiso con no subir la edad jubilatoria. Al mismo tiempo sostiene que con esto el Presidente se prestigia con el sector "más lúcido de la ciudadanía" (SIC), definiendo por exclusión que quien no opina igual es un ciudadano sin lucidez, es decir un ciudadano, simple, torpe, negado según los antónimos planteados por la RAE.
4 - Desde esa visión falaz se llama a que la oposición debe apoyar esta propuesta y no declarar la guerra, opinando que han sido muy alentadoras las posturas de Convocatoria Seregnista en torno a la reforma jubilatoria convirtiéndose en una suerte entonces de izquierda lúcida.
Desde el movimiento popular no tenemos ningún problema en que el columnista nos considere torpes, simples o negados, porque no pensamos claudicar en nuestro compromiso de avanzar en una seguridad social solidaria que se financie mediante el aporte de los que más se apropian en forma privada de la riqueza socialmente construida y en denunciar también estos razonamientos falaces que lejos de sostener un pensamiento crítico son ejemplos de propaganda política disfrazados de opinión académica.
1 - La Comisión Trilateral es una organización internacional privada fundada en 1973. Fue fundada por iniciativa de David Rockefeller, exmiembro ejecutivo del Council on Foreign Relations y del Grupo Bilderberg y aglutina a personalidades destacadas de la economía y los negocios de las tres zonas principales de la economía capitalista: Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico. Los orígenes de la comisión se encuentran en la reunión del Grupo Bilderberg en 1972 en la cual David Rockefeller propuso la creación de la Comisión Internacional para la Paz y la Prosperidad (International Commission of Peace and Prosperity), conocida comúnmente como Comisión Trilateral.