Si la misión fundamental es la defensa de la soberanía, hay que formular las hipótesis de conflicto ante los enemigos posibles y no probables.
EE.UU es un enemigo posible.
La coincidencia histórica de un consumo exagerado con una búsqueda de la mayor tasa de ganancia de los grandes capitales, esto unido a una crisis múltiple del capitalismo y a la creciente necesidad de recursos naturales para mantener ese modelo destructivo, con la consiguiente militarización de la política exterior de EE.UU; nos hace pensar que esta potencia mundial sigue siendo la principal amenaza para los países de la región.
Marx en el Capital dice: “al capital horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable se enorgullece. Al 20%, se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300%, no se detiene ante ningún crimen.”
Si se leen los sucesivos documentos del Pentágono vemos que los estrategas norteamericanos hace rato que vienen planificando los combates del futuro.
El “National Defense Strategy” de 2008 del Pentágono decía que EE.UU. debía prepararse para vivir en un mundo hostil y competitivo, donde hay cinco actores mundiales: amigos, aliados, competidores, adversarios y enemigos. ¿Dónde estamos nosotros?
Los estrategas del norte están convencidos que las guerras serán una condición permanente en los próximos 20 o 30 años.
Por lo menos desde 2006 los informes anuales del Pentágono insisten que el enemigo es el crecimiento exponencial de China. Como este país es el principal socio comercial de Uruguay, ¿cuál será nuestra estrategia?, en un momento que viene creciendo la agresividad de EE.UU hacia China, que según el secretario de Estado de Biden, dice que sigue siendo la principal amenaza junto con Venezuela para EE.UU.
El informe del Pentágono de 2008 señala que China ha mejorado su capacidad para proyectar su poderío en aquellas zonas que le proporciona materias primas.
El otro enemigo sería Rusia por su poder energético y militar. Rusia desde 2012 ha cambiado su estrategia y tiene una alianza estratégica con China. Para los demócratas y varios republicanos Rusia es considerada la enemiga publica número uno de EE.UU. La guerra provocada en Ucrania confirma esto.
China por haber alcanzado hace un buen tiempo un PBI superior a los EE.UU. pasa a estar en primer plano como lo demostró la política de Trump, ahora continuada por la nueva administración.
El Pentágono ha puesto en el centro de su planificación estratégica: los recursos naturales. De ahí la importancia de América Latina y el Caribe que tiene: 22% de los bosques, el 40% de la biodiversidad del mundo, un 35% de las reservas de cobre, bauxita y plata, 27% del carbón, 24% del petróleo, 8% del gas, 5% del uranio; además posee los mayores depósitos de litio y niobio a nivel mundial y sus cuencas acuíferas contiene el 35% de la potencia hidroeléctrica mundial.
El imperialismo no tiene escrúpulos morales de ningún tipo. EE.UU. No despliega un dispositivo militar tan gigantesco en América Latina, si no pensara usarlo en algún momento. El militar o civil que oculta esto no es patriota y está al servicio de una potencia extranjera.
EE.UU. tiene un motivo para un posible nuevo crimen. El control y saqueo de los grandes recursos que tenemos en la región que integramos.
Tiene el arma homicida pronta: la IV Flota y más de 70 bases militares en la región para llegado el caso largarse con todo.
Recientemente con total desparpajo, la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur, dijo que los intereses de su país en América Latina, son el litio, el petróleo, el cobre y el oro. Un día antes de la reunión de la CELAC en Buenos Aires, habló de nuestros recursos, como si no existieran los países soberanos.
Dijo textual: “¿Por qué es importante esta región? Con todos sus recursos y elementos de tierras raras, tienes el triángulo del litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60% del litio del mundo está en el triángulo del litio: Argentina, Bolivia, Chile”. Para la generala del Comando Sur, esto “es un problema de seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro trabajo.” Más claro échale agua…
Ergo, sabemos quién puede ser el autor del crimen: el capital financiero insaciable que como dijera Marx por un 300%, no se detiene ante ningún crimen, y el Estado más agresivo del planeta: Estados Unidos.
A no olvidarse, nuestra región es la retaguardia estratégica de Estados Unidos. En este momento, en lo inmediato los cañones apuntan contra Venezuela. Lo dice abiertamente la Jefa del Comando Sur. Está toda la región en la mira. El triángulo del litio; en Argentina hay una permanente desestabilización, en Bolivia siguen provocando en Santa Cruz los sectores que impulsaron el golpe de Estado contra Evo, en Chile está para verse su futuro… México también tiene litio y es estatal. En Perú están las manos ensangrentadas del imperialismo; si algo tiene Perú son minerales, o casualidad, también litio. Brasil es un bocado grande, por todos los recursos que tiene. Le puede tocar a cualquiera. La vocera militar del imperialismo lo anuncia por videoconferencia. ¿Qué más se necesita para hacer una previsión estratégica y defendernos de posibles ataques, presiones u otra forma de sometimiento en el futuro?
Por eso en un artículo anterior, decía que el documento sobre Seguridad y Defensa del actual gobierno parece hecho por el Pentágono.
El movimiento popular tiene que discutir, ¿qué política de defensa nacional necesita nuestro país? Los trabajadores cuando discuten soluciones programáticas para salvar a la nación, deberían tener en cuenta, también, la necesidad de discutir estos temas. Confío, que así será.
La seguimos.